Reseña Historica
Partido: José C. Paz.
Superficie: 51,8 km2.
Población: 354.000 habitantes según estimación Octubre 2007, distribuidos en 74 barrios.
Ubicación: 34º 33’ Latitud Sur, 58º 43’ Longitud Oeste. Al noroeste del Gran Buenos Aires, en el denominado Segundo Cordón Urbano, a 34 kilómetros de la Plaza de Los Dos Congresos (Kilometro 0).
Altura sobre el nivel del mar: 40 metros.
Rutas de acceso: Nacional Nº 8, Nacional Nº 197 y Provincial Nº 24.
Límites: Norte, Partido de Malvinas Argentinas.
Sur, Partido de Moreno.
Este, Partido de San Miguel.
Oeste, Partido del Pilar.
Suelo: Vertisoles, tienen alto contenido de arcilla expandible, debido al resquebrajamiento y agrietamiento como consecuencia de períodos húmedos y secos alternativos y por su misma naturaleza arcillosa.
Clima: Presenta un clima “Templado Pampeano”, con lluvias suficientes, con máximas en verano, disminuyendo de este a oeste a razón de 1.000 mm anuales. Los vientos predominantes son del Norte y Noroeste, Pampeano Húmedo y Seco. La temperatura media oscila alrededor de los 15° C.
Bioma: El bioma original era el del pastizal, con arbustos achaparrados formando pequeños montes y escasos árboles de gran porte (Llanura Pampeana), entre ellos el “tala” (celtis talas). Fue el bioma más transformado por el hombre, razón por la cual y debido a sus bondades, hoy se desarrollan en él una gran diversidad de especies botánicas que hacen de su flora una de las más ricas, con variedades autóctonas e importadas (eucaliptus, ombúes, fresnos, palos borrachos, jacarandáes, paraísos, plátanos, palmeras, sauces, ceibos, tilos, acacias, etc.)
Algo similar ocurre con la fauna. A la población original, compuesta por liebres, perdices, ñandúes y otras especies menores como la garza de los pantanos y las lechuzas, la falta de refugios naturales por la acción transformadora del hombre, las reemplazó por la casi excluyente variedad de aves, muchas de ellas transpoladas de provincias vecinas, como gorriones, calandrias, zorzales, horneros, jilgueros, renegridos, mistos, chingolos, urracas, etc., sumándose, desde el comienzo del siglo XXI, los estorninos provenientes del centro del país, que desde la primavera hasta el otoño se asientan en la arboleda de la Plaza General Manuel Belgrano.
Hidrografía: En cuanto a la hidrografía, José C. Paz cuenta con la cuenca de tres arroyos de poco caudal: el Pinazo, el Claro y el Zinny, siendo estos el destino final de los escurrimientos, antes naturales y ahora construidos por el hombre.
Infraestructura: En el partido de José C. Paz, no existen edificios de altura considerable (no exceden los cuatro pisos). La mayoría del territorio (70 %) tiene viviendas del nivel medio-obrero. Existen dos barrios cerrados y un country.
El municipio posee un 45 % de sus calles pavimentadas (ver plano con accesos principales) que se encuentran conectados con las rutas Nacional Nº 8, Nacional Nº 197 y Provincial Nº 24.
Respecto al suministro de agua potable, cloacas y gas natural son temas que lentamente se están solucionando con la implementación de planes nacionales, provinciales y municipales.
Posee 74 Barrios con nombres reconocidos.
Industria: Las industrias principales son las relacionadas con las cerámicas, textiles, alimentos y autopartes.
Transporte: El municipio cuenta con numerosos medios de transporte entre los que se destacan los ómnibus de corta y media distancia:
- Líneas: 53, 176, 182, 315, 365, 391, 440, 448, 449, 501, 740, 741, 749 y El Colmenar.
Y los ferrocarriles:
- Línea San Martín, estaciones José C. Paz y Sol y Verde.
- Mesopotámico (Ex-General Urquiza): Apeadero Altimpergher, Estación Piñero y Parada Vucetich (clausuradas en 1994).
JOSÉ C. PAZ: UN POCO DE HISTORIA
Trazando una línea de tiempo destacamos en José C. Paz cuatro etapas en su vida:
- Hasta 1897 “José C. Paz rural”
Los primitivos habitantes de estas tierras fueron “los Querandíes”, aborígenes de la llanura pampeana. Después de la primera fundación de Buenos Aires por Pedro de Mendoza, los caballos y vacas, abandonados por los españoles, se multiplicaron en la llanura sentando las bases de la futura economía: la ganadería.
En 1580, al fundar Juan de Garay por segunda vez la ciudad de Buenos Aires, como su objetivo era poblar, repartió las tierras entre sus compañeros de expedición. Así entregó solares en la ciudad, chacras sobre la costa del Río de la Plata y “suertes de estancia” y “de sobras” sobre los ríos y arroyos interiores. De este modo, el 7 de febrero de 1582, Garay otorgó a Alonso de Escobar una “suerte de estancia” en pago de sus merecimientos. Casi veinte años después, el 9 de octubre de 1601, Francisco de Muñoz, yerno de Alonso de Escobar, recibió una “suerte de sobras” a continuación de la suerte de su suegro. Gran parte de esas tierras forman actualmente el partido de José C. Paz.
Con el transcurso del tiempo, esos campos se fueron subdividiendo y cambiando de propietarios, entre ellos podemos mencionar a Manuel de Pinazo, a Mateo José Piñero y a Felix Altube. Por la acción del hombre la llanura pampeana se fue convirtiendo en una zona rural con establecimientos ganaderos y desde 1855 con sembrados agrícolas. Así, el paisaje se conformó con chacras, tambos y pequeñas estancias, atravesadas por dos caminos reales: el de Buenos Aires al Pilar y el de San Fernando a Luján, y desde 1886, por dos caminos de hierro: el Tranway Rural y el Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico.
Administrativamente, el territorio perteneció sucesivamente a la jurisdicción de la Ciudad de Buenos Aires, Villa de Luján, Partido del Pilar y una pequeña parte al Partido de Moreno. El 18 de octubre de 1889, al crearse el Partido de General Sarmiento, pasó a formar parte del territorio de ese Municipio.
El 29 de octubre de 1889, don José Altube, vasco de nacimiento, radicado desde niño en la Argentina, adquirió el establecimiento agrícola-ganadero de Juan Buzzini. Por entonces funcionaba la Escuela Nº 4 (continuadora de la Escuela Nº 4 del Partido del Pilar” abierta en 1883) y se creó la Escuela Nº 5 el 1º de febrero de 1891.
- Desde 1897 hasta 1946 “José C. Paz pueblo”
En 1897, don José Altube convocó a los vecinos para ponerle nombre al pequeño caserío ubicado en el triángulo formado por las vías ferroviarias y el viejo camino “real” (hoy Av. Pte. Hipólito Irigoyen), naciendo el pueblo con el nombre de “Villa Altube”.
El caserío contaba con una parada ferroviaria a un kilómetro, la estación “Piñero” habilitada el 9 de octubre de 1887. Años después, los vecinos gestionaron una estación del Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico (BAP). El pedido fue resuelto favorablemente y se concretizó con la compra de tierras en 1904, construyéndose la estación, las cocheras, el galpón de máquinas y demás dependencias. El 8 de octubre de 1906, se inauguró y habilitó al público la estación ferroviaria con el nombre de “Arroyo Pinazo”.
Inmediatamente se lotearon los terrenos lindantes surgiendo los primeros barrios: el 21 de octubre de 1906 Villa Altube, en 1908 Villa Germano y en 1910 el Barrio Centenario y Villa Iglesias. A partir de entonces comenzaron a instalarse las oficinas públicas y a surgir las instituciones que desarrollaron una comprometedora tarea en pos del progreso local.
En 1912, con motivo del fallecimiento del Dr. José Clemente Paz, los vecinos, encabezados por don José Altube, solicitaron que el pueblo lleve el nombre del fundador del diario “La Prensa”. Dicha petición fue resuelta favorablemente y el 13 de julio de 1913 se realizaron los actos donde se impuso a Arroyo Pinazo el nombre de “José C. Paz”.
- Desde 1946 hasta 1994 “José C. Paz y sus barrios”
A partir de la mitad de la década del cuarenta en la Argentina se produjo un cambio que repercutirá en todo el conurbano y por lo tanto en José C. Paz. La industria atraerá pobladores del interior hacia la gran urbe por un lado, y la llegada de grandes corrientes de inmigrantes post-guerra por el otro, llevarán a la desaparición del campo para darle lugar a los barrios que incrementaran considerablemente la población del Gran Buenos Aires.
El 15 de septiembre de 1946 se produce el primer loteo, el “Barrio Parque El Ombú”. A partir de entonces surgirán sucesivamente: Parque Santa Isabel, Santa Mónica, El Cruce, Mirador de Altube, Piñero, La Diagonal, Parque Abascal, La Flor Morada, Argital, La Pilarica, Santa Paula, Las Acacias, Aguinaga, 25 de Mayo Norte, 9 de Julio, Antártida Argentina, Villa Almeyra, General Sarmiento, Parque Rasetti, De Carlo, El Tríangulo, Sarmiento, Roosevelt, Vucetich, Pueyrredón, General San Martín, San Luis, Las Heras, San Fernando, Parque Jardín, San Gabriel, Ideal, Primavera, Frino, La Paz...
El surgimiento de los barrios fue un negocio para las inmobiliarias que lotearon las tierras. Las mismas se encargaron de dar los nombres al barrio y a las calles, muchas veces sin referencia a lo local, trazar las calles y abrirlas con las máquinas, embanderarlas para que resulten atractivas, poner bañaderas para trasladar a los futuros compradores... y nada más. La tarea titánica vino con los vecinos: pusieron su bomba, cercaron sus terrenos, abrieron los cimientos y comenzaron a edificar su casita... el campo fue dando lugar al barrio. Pero miraron mas allá de su alambrado y comenzaron a unirse para traer las mejoras necesarias: vereditas de ladrillo y pasos de piedras en las esquinas para llegar hasta la ruta, hacer el refugio para resguardo mientras se esperaba el transporte; plantar postes y tender los cables para traer la luz eléctrica; gestionar en el Correo el reparto de la correspondencia; hacer aulas para que naciera la escuela para sus hijos; plantar árboles en las veredas, señalizar las calles, construir salitas de primeros auxilios... Este trabajo de los vecinos llevó al nacimiento de las sociedades de fomento, cooperadoras escolares y clubes de barrio.
Desde el 24 de enero de 1952 el pueblo se denominó “Manuel de Pinazo”, hasta el 14 de diciembre de 1955 en que se repuso el nombre de “José C. Paz”.
Por entonces, el intendente municipal de General Sarmiento, don Fernando Arricau, por medio del Plan Quinquenal del Gobierno de Juan Domingo Perón y del Gobernador Domingo Mercante, trajo obras a José C. Paz: ciento quince cuadras de pavimento; un edificio escolar, el de la Escuela Nº 4; tres barrios de chalets: General Sarmiento, con agua corriente; Infico y Alberdi; en enero de 1952 se le impuso a la plaza de Villa Altube el nombre de “General Manuel Belgrano”, el 20 de junio del mismo año se inauguró el monumento al prócer con una plaza totalmente renovada.
En 1964, se formó la primer Comisión Pro-autonomía Municipal logrando que José C. Paz sea reconocida como “ciudad” por medio de la ley provincial Nº 7.154, realizándose los actos celebratorios el 20 de marzo de 1966.
Desarrollaron intensa actividad las instituciones locales: Federación de Entidades de Bien Público, Unión Vecinal, Clubes Altube, Porvenir, Helvecia, Italiano y El Cruce; Centro de Comerciantes e Industriales, Karting Club, Coro Polifónico, Ateneo Artístico y Cultural El Hornero, Centro de Radioaficionados, Asociación Japonesa Sarmiento, Centro Polaco Poznan y Círculo Portugués Nossa Señhora de Fátima, Club de Leones y Rotary Club, Sociedades de Fomento 9 de Julio, Santa Paula, Villa Iglesias, Alberdi, Las Acacias, General Belgrano, Mariano Moreno, Mirador de Altube... el periódico Aquí José C. Paz,
Estas décadas fueron de un gran crecimiento industrial: Cerámica Alberdi, Dulces y Conservas de Juan B. Zanelli e hijos, Cerámica Argital, De Carlo, Eaton Ejes, Giovaza, Metalmecánica, Yelmo, Alemar, Yema Rica, Tors Valls, Topolín...
Nuevos barrios, mas escuelas en tres y cuatro turnos: Nº 17, 28, 29, 31, 32, 38, 39, 50, 51, 55, 61, 65, 67, 70... La Escuela Diferencial Nº 3. Las primeras escuelas secundarias oficiales: la Escuela Nacional de Comercio y la Escuela Técnica Nº 1; el primer Jardín de Infantes, el Nº 9; los centros Regionales de la Universidad Nacional de Luján y de la Universidad Tecnológica Nacional.
Con el golpe militar del 24 de marzo de 1976 vendrán años difíciles para José C. Paz: cierre de industrias, mano de obra desocupada, aumento de la pobreza... persecución, desaparecidos, temor, sufrimiento, silencio, requisas...
En 1983, con el advenimiento de la democracia surgirá nuevamente la esperanza, la participación cívica, un intendente y varios ediles paceños en General Sarmiento con la ardua tarea de reimplantar el gobierno democrático; el nacimiento de una nueva Comisión Pro-Autornomía Municipal. Se inauguran edificios escolares encarados por la provincia de Buenos Aires, se crean escuelas estatales especialmente secundarias y jardines.
- 1995: Autonomía Municipal.
Por decisión del gobierno provincial que decide dividir varios partidos del Gran Buenos Aires para crear nuevos, el 20 de octubre de 1994, fue sancionada en ambas cámaras legislativas la ley provincial Nº 11.551, por medio de la cual se divide el Partido de General Sarmiento y se crea el Partido de José C. Paz.
En 1995 asumió el primer gobierno municipal siendo intendente, Rubén Glaría, y en el Honorable Concejo Deliberante, presidente concejal Mario Alberto Ishii, y secretario Rubén Caporaletti.
En 1999, asumió el segundo intendente, Mario Alberto Ishii, desarrollando un enorme plan de obras públicas: Cementerio Municipal, Escuela de Informática e Idiomas, Hospital Odontológico, Hospital Oftalmológico, Servicio de Emergencias, Centro de Atención y Rehabilitación al Discapacitado, Centro de Atención al Diabético, Laboratorio de Análisis Clínicos, Centro de Zoonosis, Centro Integral Comunitario, Colonia de Verano, Instituto Tecnológico Municipal, Delegaciones de Ioma, Anses y Pami; nuevos edificios escolares:
Escuelas Especiales 502 y 503, Jardines en Bº Las Heras, San Gabriel, Giordano, 9 de Julio, Villa Germano... EPB Nº 33; más de 1.000 cuadras de asfalto; ensanche de la Ruta Nº 197, iluminación del distrito; saneamiento de arroyos; Mercado Concentrador, agua corriente, mas de 7.000 viviendas, pensiones y jubilaciones, relieves y bustos en plazas y paseos, extensión de la red domiciliaria de gas natural...
Y siguieron más obras en ejecución: Universidad de José C. Paz, Centro Integral del Diagnóstico; Ruta 197: paso a bajo nivel en vías de ambos ferrocarriles; más escuelas y viviendas, asfaltos, agua corriente, luminarias, esculturas y bustos...
EL ESCUDO DE JOSÉ C. PAZ
El 29 de enero de 1996, el Honorable Concejo Deliberante sancionó, en sesión extraordinaria, la Ordenanza Nº 9/96 declarando escudo oficial del Partido de José C. Paz, el diseño creado por el artista plástico don Juan Pennacca, estableciendo su uso en los membretes oficiales de la Municipalidad.
El escudo fue creado el 18 de marzo de 1973 y adoptado por decisión de la comunidad paceña como distintivo de la Ciudad de José C. Paz.
Su autor, don Juan Pennacca, nació en Buenos Aires el 3 de enero de 1906. Siendo joven ingresó al Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, después General San Martín, a la par que estudiaba dibujo publicitario. Por muchos años participó activamente en la elaboración de afiches, maquetas, vidrieras, ilustraciones y carros alegóricos del Ferrocarril para la Fiesta Nacional de la Vendimia que se realizaba en Mendoza. Durante la presidencia de Juan Domingo Perón diseñó bocetos, dibujos y afiches del Plan Quinquenal.
Son de su autoría los escudos de las ciudades de Junín, Villa María y Viña del Mar (Chile) y de la Mutual del Ferrocarril BAP de Mendoza, y los logos de Ferrocarriles Argentinos y Aerolíneas Argentinas, entre otros.
Como una paradoja del destino falleció el “día del artista plástico”, el 21 de septiembre de 1985.
Explicación del Escudo
Juan Pennacca al crear el escudo expresaba:
“En el centro hay una rueda dividida en dos, la carreta que representa al campo da paso al engranaje, símbolo de la industria, atravesada por una vara, alegoría del comercio. La rueda aplasta un cardo, planta natural de la zona. El conjunto expresa las tres actividades económicas de José C. Paz: la agrícola-ganadera de los comienzos que dio lugar a la actividad industrial y comercial de los años setenta”.
“Al fondo se ve un conjunto de casas bajas que representa la edificación de la ciudad (hoy partido), sobre el cual sobresale un mirador que pertenece al casco de la estancia El Mirador de Altube, el edificio más antiguo de la ciudad”.
“Sobre el cielo celeste, un conjunto de nubes blancas, que simbolizan a José C. Paz como ciudad y partido cobijado bajo el celeste y blanco de la República Argentina”.
BANDERA DEL PARTIDO DE JOSÉ C. PAZ
El 20 de junio de 2005, en la Plaza “General Manuel Belgrano”, en el marco de los actos en homenaje al creador de la enseña nacional, fue presentada la “Bandera de José C. Paz”.
El autor de la enseña paceña es Cristián Gabriel Brandan, de 13 años de edad, alumno de la Escuela Nº 501.
La elección de la bandera local responde a la iniciativa del Intendente Municipal, don Mario Alberto Ishii, y del Concejal Gastón Ortega, autor del proyecto presentado en el Honoroble Concejo Deliberante.
Para la preselección y elección de la bandera entre los sesenta y siete trabajos presentados por alumnos de distintas escuelas del Partido de José C. Paz, se convocó a un jurado integrado por los concejales José Morgione, José Mondoví, Alejandro Primiterra, Jorge Arroyo, Sergio Formenti y Gastón Ortega; la Directora de educación, Ana María Gómez; el Director de Cultura, Carlos Narváez; el Director de la Escuela de Formación profesional Nº 402, Carlos Víctor Zalazar, y el historiador local, Alberto J. Fernández.
El autor de la bandera, Cristián Gabriel Brandán, nos explica la enseña:
“La Bandera de José C. Paz creada tiene el celeste y blanco de nuestra patria, en forma vertical, a dos grandes franjas”.
“Como fondo, el mapa de José C. Paz, coloreado de verde que representa la tierra fértil”.
“Fértiles son sus hombres, mujeres y niños”.
“Fértiles son sus organizaciones culturales, solidarias, educativas y de trabajo”.
“Fértil es su esperanza como el color”.
“Y con su gran presencia, el Escudo de José C. Paz, que nos identifica desde el 18 de marzo de 1973, creado por el artista plástico Juan Pennacca”.
DON JOSÉ ALTUBE, FUNDADOR DE JOSÉ C. PAZ
Nació el 27 de octubre de 1847 en Oñate, provincia de Guipúzcoa, España. Era el sexto hijo de José Miguel de Altube y Gregoria Uribe Echevarría. Junto con su padre llegó a la Argentina en 1852. Desde chico acompañaba a su progenitor transportando mercaderías en carretas. Al fallecer su padre el 27 de marzo de 1861 en Luján, se afincó en Dolores, donde se dedicó al acopio de cereales y al transporte de mercaderías. En 1874, conoció al Doctor José C. Paz en medio de la revolución mitrista, ofreciéndole los servicios de sus carretas para transportar los abastecimientos necesarios para la contienda, surgiendo entre ambos hombres una perdurable amistad. |
El 30 de abril de 1877 se casó con su prima Eulogia Altube, hija de Félix Altube y María Berro, propietarios de “El Mirador”. Sus primeros años de matrimonio transcurrieron en Dolores. Tiempo después se radicó en La Pampa, dedicado a la explotación agrícola - ganadera. Hacia fines de la década de 1880, se trasladó al partido de Moreno, dedicándose a las tareas agrícolas y a la fabricación de ladrillos.
En 1889, adquirió el establecimiento agrícola-ganadero de José Buzzini en el Cuartel III del partido de General Sarmiento. Poco después construyó la casa que habitó con su esposa, Eulogia, y sus doce hijos: María Inés, Gabriela, José Antonio, Ignacio, Justo, Emilia, Ana María, Elisa, Vicente, Juana, Elvira y Amalia.
Junto a su propiedad se fue formando un pequeño caserío, que en 1897 recibió el nombre de “Villa Altube”. Don José se transformó en el promotor del progreso convocando a los vecinos para trabajar por mejoras para la localidad. El 8 de octubre de 1906 logró que el ferrocarril habilite la estación “Arroyo Pinazo”. Días después, el 21 de octubre de 1906, loteó sus tierras, donando los terrenos para la plaza, la escuela y la iglesia. El mismo año, consiguió la instalación de la primera estafeta de Correos. El 8 de agosto de 1909 propició la fundación de la Sociedad de Fomento de Arroyo Pinazo, el 26 de mayo de 1910 del primer club llamado Centro Recreativo “Juventud de Artesanos”, el 4 de junio de 1911 de la “Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos” y el 16 de junio de 1912 el alumbrado público. Trajo la representación del Touring Club, apenas fundado; estableció el aeródromo local, las ferias francas y el remate - feria de hacienda. En 1915 logró el Registro Civil, el Destacamento de Policía y, también, el primer teléfono. En la faz recreativa organizaba cada año las romerías populares; en las fiestas de Navidad y Reyes obsequiaba juguetes y golosinas a los niños y les preparaba juegos y representaciones; en los veranos, junto a otros vecinos, ofrecían las retretas, donde los domingos por la tarde las familias se reunían para disfrutar de la música interpretada por una banda de música; también organizaba pic-nics y excursiones al Arroyo Pinazo, al Río Reconquista y al Tigre.
Toda su obra cobró real dimensión a partir del 13 de julio de 1913, cuando el pueblo, a propuesta suya, cambió el nombre de “Arroyo Pinazo” por el de “José C. Paz”. Hasta ese momento se hablaba de tres villas y sus respectivos fundadores. A partir de ese día se habla de un pueblo, “José C. Paz”, y un fundador, “don José Altube”.
José Vicente Altube fundó y dio vida a José C. Paz. Su figura adquirió respeto y grandeza por todo lo realizado. El pueblo puso de manifiesto su admiración el día de su muerte, el 27 de mayo de 1918: los vecinos pararon su trajinar para despedir al fundador, los comercios bajaron sus persianas en señal de duelo, todas las instituciones acompañaron sus restos, una larga caravana de carruajes formó el cortejo, palabras sentidas fueron expresadas en la necrópolis local. Comenzó así la cosecha de lo que supo sembrar.
DOCTOR JOSÉ C. PAZ
Nació en Buenos Aires, el 2 de octubre de 1842. Hijo de Ezequiel Paz y Jacoba Cueto. Su familia se radicó en Rosario, donde transcurrió su niñez y adolescencia. Siendo muy joven, vivió una aventura muy singular que puso de manifiesto su profunda fe por la causa porteña. Cuando llegaron varias cañoneras de Buenos Aires para atacar a los confederados, José C. Paz se arrojó al agua y llegó a una de ellas nadando en medio de una lluvia de balas y a raíz de esto, fue trasladado por el buque Buenos Aires hasta la Capital, donde se alistó en las filas que combatían a las fuerzas confederadas. Como tantos otros jóvenes de su generación, sostenía que era preciso defender el sufragio. En la batalla de Pavón fue ayudante del general Mitre. Cuando estalló la guerra con el Paraguay, fundó en 1865 la |
Sociedad Protectora de los inválidos. En 1867, fundó el periódico El Inválido Argentino, cuyo objeto era obtener fondos para su obra de beneficencia. En aquella época era secretario de la Cámara de Diputados.
El 18 de octubre de 1869, fundó el diario La Prensa y en su primer editorial decía: “La independencia, el respeto al hombre privado, el ataque razonado al hombre público y no a la personalidad individual formarán nuestro credo... Verdad-libertad: he ahí nuestro punto de partida. Libertad, progreso, civilización: he ahí el fin único que perseguimos. No nos guía ningún móvil mercantil. Abrigamos la confianza de conservar la independencia suficiente, a más de la que nos es característica, para poder ser interpretes genuinos de la opinión pública”.
Figuró entre los principales gestores de la revolución de 1874 contra Avellaneda, cuya elección presidencial se hizo mediante el fraude del sufragio popular. Los comicios se efectuaban en los atrios de las Iglesias sin un control eficaz ni garantías suficientes. El resultado de las elecciones provocó una profunda indignación que rápidamente culminó con el alzamiento en armas contra el gobierno. José C. Paz fue uno de los principales protagonistas en la gestación de este movimiento cívico-militar. Asumió personalmente el mando de las fuerzas revolucionarias reunidas en San Fernando y Tigre, con la que se formó la legión “24 de septiembre”. En esa oportunidad pronunció la frase “al periodismo honrado, cambiar la pluma por la espada”, suspendiendo el diario para tomar el mando de las fuerzas y encaminarse hacia el sur, incorporándose al ejército del general Rivas en el Partido de Monte. Cuando el general Bartolomé Mitre, Jefe de la revolución, llegó al Tuyu desde Montevideo, nombró a José C. Paz, auditor de guerra del ejército, con el título y honores de coronel. Es aquí donde se conocen José C. Paz y José Altube, quién estaba radicado en Dolores, ofreciéndole los servicios de sus carretas para transportar los abastecimientos necesarios para la contienda. Así nació una amistad de por vida entre los dos hombres.
Derrotada la revolución en la batalla de La Verde, José C. Paz se exiló en Montevideo, donde se graduó en derecho. En 1879 fue diputado nacional. Desde 1883 hasta 1885, ejercitó la representación diplomática de nuestro país en Madrid y desde 1885 hasta 1893 en París. Su desempeño como ministro plenipotenciario fue muy ponderado. Murió en Montecarlo, el 10 de marzo de 1912. Se había casado con doña Zelmira Díaz.